Hoy día del niño, estuve leyendo la nota que salió en el diario Clarín:
Día del Niño: Los chicos de hoy ya se sienten grandes
Y me preguntaba qué va a pasar con los niños, a medida que pasen los años. Actualmente notamos como el tiempo valioso que es la infancia parece acortarse a pasos agigantados.
Hoy las niñas de 11 años son pequeñas adolescentes que se preocupan por la moda, la tecnología y por el aparentar o mostrarse como adultas, desbordando sus perfiles en las redes sociales con fotos no apropiadas para su edad y menos para ser vistas por un montón de extraños.
Antes regalar muñecas o camiones, era un acierto seguro, hoy niños y niñas de 8 años podrían argumentar que eso es para chiquitos, no para ellos.
Ya no hay tiempos de ocio y de juegos inventados, donde la fantasía se liberaba y nos convertíamos en pequeños directores, creando nuestros propios argumentos o en arquitectos de nuestras torres. La tecnología inserta a todos en un mundo ya fabricado, donde la personalización, está limitada y no es tan libre, ya que si jugamos con un videojuego por más que podamos elegir los rasgos de nuestro personaje, este va a moverse de manera prefijada dentro de un rango otorgado por la programación.
Creo que es importante como adulto el alentar el juego grupal, contarles como inventábamos nuestras propias reglas para renovar juegos clásicos como la mancha o el reloj, ya que esto beneficiaba el contacto, el saber ponerse de acuerdo al discutir nuevas reglamentaciones, teniendo que aceptar que no todos pensaban igual, y que también era muy interesante cruzar ideas para generar nuevas que podían ser mucho más atrayentes.
En estos tiempos debemos aprender a decir NO, no debemos ser amigos de los chicos, tanto padres como educadores, manteniendo nuestros lugares, les ayudamos a entender conceptos como responsabilidad, honestidad y esfuerzo. Es necesario crear lazos de confianza con ellos, para que sepan que cuentan con nosotros para cualquier dificultad que tengan, pero el ser permisivos por demás no beneficia la relación. Si bien uno de los objetivos del camino a convertirse en adultos en el futuro, es obtener autonomía, no hay que descuidar, y más en los tiempos que corren, donde la inseguridad es una problemática recurrente, que necesitan de nuestro apoyo y de nuestra supervisión.
Sería muy motivador que nosotros como adultos generemos espacios de juego y distensión, olvidándonos de los problemas que nos aquejan al menos por un rato, para que los chicos vean... que no existe edad para divertirse y que pasar momentos en familia es muy gratificante.
